X Carta-Circular del Consiliario Nacional: Octubre 2017

 Adoramus Te, Sanctissime Domine Jesu Christe, hic et ad omnes ecclesias tuas quae sunt in toto mundo et benedicimus tibi quia per Sanctam Crucem tuam redemisti mundum:

“Te adoramos, Santísimo Señor Jesucristo, aquí y en todas las iglesias que hay en el mundo y te bendecimos porque por tu Santa Cruz has redimido al mundo” (San Francisco de Asís).

Queridos hermanos y hermanas adoradores (as) de Jesús Sacramentado en la ARPU:

Os saludo con estas palabras -jaculatoria- de San Francisco de Asís, cuya fiesta se celebra el día cuatro de este mes. Os escribo como Consiliario Nacional para este mes que se presenta a nuestra consideración con muchos motivos eucarísticos para practicarlos en la vida. En nuestro afán de establecer y de difundir nuestra Asociación y Movimiento eucarísticos encontramos siempre motivos más que suficientes; uno está en éste y otros santos del mes de octubre (en todos), también en el hecho de ser el mes del Rosario y del Domund y en el hecho de cumplirse el 1º aniversario de la canonización de nuestro cofundador San Manuel González García (16 de octubre), etc. Veamos un poco estas motivaciones eucarísticas.

1.- El saludo y la oración -jaculatoria- de San Francisco de Asís y la ARPU.

Al “Pobrecillo de Asís”, al cantor de todas las criaturas: “Loado seas por toda criatura, mi Señor” y “las criaturas todas, load a mi Señor”, al abrazado e identificado con el Crucificado, al reformador de la Iglesia por su Orden Franciscana…, Le tengo  también considerado como figura eucarística[1]. El saludo y la oración de San Francisco de Asís son los de un loco de amor que participó de manera visible de las heridas y llagas del Señor en su pasión.

 

Esta experiencia mística le llevaba a identificarse con Jesucristo en el Sacramento, memorial vivo de su pasión, donde se encontraba en cada iglesia o templo.

La ARPU no se contenta -no debe hacerlo- conque Jesús sea adorado en algún templo concreto en alguna ciudad o pueblo; aspira a que lo sea en todos los templos e iglesias del universo mundo y a todas las horas.

San Francisco de Asís con su jaculatoria y ejemplo, al visitar cada templo que encontraba nos lanza a realizar ese desafío. Se relacionan y vinculan entre sí la ARPU y él. ¿Por qué? de modo particular por sus notas de perpetua y universal; ¿Cuáles son las notas características de nuestra asociación y movimiento ARPU? Son tres: la de ser adoración real, perpetua y universal.

Adoración real: adoramos a Quien está oculto en la Hostia Santa (o en el Cáliz) real, verdadera y substancialmente, es decir con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad: Jesucristo mismo; el del Cielo, glorioso pero aquí ocultando “por nosotros” su gloria, su humanidad y su divinidad.

Adoración perpetua: es decir, perenne, continua y sin interrupción, durante todas las horas del día y de la  noche, durante todos los días del año, durante todos los años y centurias hasta la consumación de los siglos, durante todo el tiempo que perdure la Iglesia y Jesucristo permanezca sacramentado entre los hombres.

Adoración universal: en todos los pueblos y naciones, en todos los sagrarios…, y por todos los hombres (hombres, mujeres, niños y jóvenes, mayores y ancianos).

Sintonizamos perfectamente con nuestro carisma cuando intentamos realizar el deseo de Jesús de ser adorado por todos los hombres, en todos los tiempos y sagrarios, a todas las horas; San Francisco de Asís lo practicaba, en sus correrías apostólicas, siempre que veía una iglesia, aunque estuviera cerrada, se detenía a saludar al Señor y visitarle desde la puerta de no poder entrar. Es muy propio de nuestro carisma, espiritualidad y práctica, entre otras hermosas jaculatorias decir esta:

“Te adoramos, Santísimo Señor Jesucristo, aquí y en todas las iglesias que hay en el mundo y te bendecimos porque por tu Santa Cruz has redimido al mundo” (San Francisco de Asís)

No olvidemos estas características, no perdamos el «afán de expansión» y crecimiento con nuevos asociados, uno por uno, y, si se puede, convocándolos por grupos para su formación. Mientras haya Sagrarios abandonados que nadie visita en tantos pueblos y ciudades, tanto más veamos la necesidad de pedir y buscar adoradores que, como en “cadena” de amor que diría la Fundadora principal, Doña Juana Carou, vayan cumpliendo el deseo del Señor. Cada adorador (a) es un don para su gloria y un eslabón en cadena-diadema expansiva y liberadora de los hombres. La experiencia además lo dice. Queda expresado también en la oración de San Francisco de Asís. Todo es poco para ir lográndolo y buena ocasión en este comienzo aún del curso de la ARPU.

2.- El Rosario y la adoración eucarística

Las múltiples y mutuas relaciones de este binomio están expuestas en nuestro Manual[2].

Los veinte misterios que contemplamos, todos sacados del Evangelio, entre los gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos, se condensan y se hacen presentes en el “misterio de nuestra fe”, en la celebración eucarística y en la permanencia real y sustancial del Señor en los Sagrarios. Es el mismo Jesús que vivió esos misterios con la Virgen María y San José, con los apóstoles, con los adoradores creyentes de veinte siglos y ahora con nosotros; y ojalá fuera con todos.

 

Esta imagen recoge los quince misterios tradicionales pero la encíclica del Papa San Juan Pablo II (cf. Rosarium Virginis Mariae…) ha añadido otros cinco, los luminosos.

Gracias a la institución de la Santísima Eucaristía, en la noche de la Última Cena, Jesús, como anticipación sacramental de su Misterio pascual, actualiza todos sus misterios de salvación entre nosotros en cada celebración eucarística (Santas Misas) y permanece como tal el “Misterio de la fe” en cada Sagrario donde queda reservado.

En el caso de que no podamos rezar más de una parte del Rosario, sí podríamos contemplar algunos misterios más de las otras partes, aunque sólo sea mentalmente: cada día, cuando vamos o venimos, cuando comenzamos o terminamos alguna tarea, en alguna ráfaga del descanso o del trabajo, con motivo de algún encuentro, en la visita al Santísimo, etc.

Nuestros Estatutos en el art. 6º que trata de la “auténtica devoción” que han de tener “los miembros de la ARPU (…) a la Santísima Virgen María…”, recogen esta exhortación: “recordando cuánto le agrada el rezo del Rosario, tan recomendando por la Iglesia, estimen obsequiarla con él cada día, si es posible”.

3.- 1º aniversario de la canonización de nuestro cofundador San Manuel González García (16 de octubre).

Nuestros Obispos de España, al anunciarnos su canonización el año pasado (mensaje, 26 de septiembre de 2016) decían de nuestro Cofundador:

“EL obispo Manuel González nos ha dejado en sus fundaciones y en sus obras (…) la invitación a una fuerte vida eucarística que ayude a los cristianos a vivir y testimoniar su fe. Más aún, el santo obispo animó siempre a los fieles a participar en la Santa Misa y a vivir lo que ella significa en el servicio a los pobres y excluidos, no menos que a relacionarse frecuentemente con el Señor, realmente presente en el sagrario. Una presencia de Amor no siempre correspondido: entrar a la adoración eucarística para abrazar y salir para servir”.

Pienso que cada día -con frecuencia- podemos ser “abrazados” y “abrazar” a Jesús en los sacramentos, especialmente en los de la Eucaristía y Penitencia.

Por citaros un texto entre tantos de San Manuel éste:

“La Misericordia que lo cura todo y de todos se compadece está escondida y como disfrazada en el Sagrario (…) Y como tiene mucho empeño en guardar su anonimato, la mayor parte de sus vecinos no se han dado cuenta de que está ahí…”.

Nuestra tarea es darnos cuenta y ayudar a otros a que se den cuenta, que nos duelan esas almas que, como él decía, “navegáis por mares de miserias propias y ajenas, pero que os duelen como propias”.

En efecto, hay muchas almas (hombres y mujeres), sin enterarse dónde está realmente Jesús día y noche, la Misericordia con mayúscula, infinita, y que nos espera amorosamente para comunicárnosla; pues para eso está nuestra Asociación, para eso estamos nosotros. Jesús cuenta con nosotros para que se cumpla su deseo en favor y beneficio nuestro, de la Iglesia, de las almas y de la humanidad entera. Empecemos por los más cercanos y con quienes más nos relacionamos cada día.

4.- Inauguración del Curso de la ARPU

El comienzo del curso es una ocasión nueva que se nos brinda -también para los adoradores en la ARPU- para ponernos en camino, para echar a andar con nuevo ritmo, para salir como hijos de la “Iglesia en salida” (Papa Francisco) y comenzar con ilusión a realizar el calendario de actividades que ya han de estar programadas en septiembre, como os decía en mi carta anterior, para repartir la Carta de convocatoria a quienes hemos podido hablar de la ARPU (de Jesús Sacramentado) también durante el verano entre conocidos y amigos…, para leer y reproducir esta misma carta. Comenzar el curso es como comenzar la peregrinación hacia nuestros encuentros con Jesús Sacramentado y entre nosotros, para tener y adquirir o aumentar conciencia de asociación y movimiento. Aunque se comience con pocos pero esos pocos están llamados a multiplicarse, buscando nuevos adoradores, en un apostolado eucarístico, personal, fecundo…con optimismo, alegría y esperanza, porque los pedimos y encomendamos a personas concretas.

5.- Aplicaciones a nuestra vida y misión o tareas a cumplir en este mes. Por señalar o sugerir algunas he aquí éstas, un decálogo:

1ª.- Tener ya preparado el calendario de reuniones, celebraciones, actividades, etc. de cada centro o grupo de la ARPU. Para ello ver cómo se han cumplido las tareas señaladas para el mes anterior y que son para siempre.

Os puede ayudar el que os adjuntamos desde Burgos. Cada centro o grupo de adoradores puede realizar las suyas en sus circunstancias pero debe haber reunión-encuentro mensual y celebración o retiro… mensual de octubre a junio para los más posible.

2.- Asimismo, tener preparada Carta de convocatoria o bien ésta misma que os escribo y repartir a los que cada adorador tenga en lista, en la mente y en el corazón.

3.- Recordar con motivo del mes del Rosario lo que dicen nuestros Estatutos sobre el rezo del Rosario cada día.

4.- Ante el hecho de tantos Sagrarios abandonados que conocemos en pueblos y ciudades, tanto tiempo las iglesias cerradas: pensar al menos ¿qué podemos hacer?  ¿Qué hizo San Manuel González? Y actuar en consecuencia.

5.- Como San Francisco de Asís en su caminatas misioneras, y, si estaban cerradas, saludando al Señor desde la puerta.

6.- Tener a disposición algunas fichas de inscripción y demás materiales o recursos que se adjuntan y otros que podáis poner vosotros y ver a quiénes se les puede dar. Cada adorador ha de buscar a otros más para que esa “cadena” (de la que hablaba antes), de Amor de y a Jesús Sacramentado se ensanche cada vez más y que, cada vez que nos reunamos, cada mes que se va pasando, la “cadena” se alargue en este curso…

7.- Pedir al Ángel de la Guarda (al nuestro y al de los demás) cuya festividad es precisamente el 2 de octubre:

  1. a) que nos ayuden a adorarle como le adoran ellos en los Cielos y en los Sagrarios pues es el Mismo Jesús aunque esté de modo diverso.
  2. b) que nos suplan cuando no podamos estar junta a Jesús en los Sagrarios abandonados, cuando estamos en casa, trabajando, durmiendo… (cuando nos despedimos de Jesús Sacramentado para pasar la noche).
  3. c) cuando tenemos que hablar y hablemos de estos misterios y realidades a los demás amigos, conocidos, compañeros de trabajo, de vida.

 

8.- Al ser en este mes la Jornada del Domund, avivar en nosotros esta característica de la “universalidad”. Y es que “el amor de Cristo nos urge” (cf. 2 Co 5,14) a dar a conocer a Jesucristo, Señor nuestro, Resucitado y Sacramentado por nuestro amor y por todos.

9.- Leer el noticiario de cada mes como cosa nuestra, de nuestra familia eucarística. Es casi nuestro “boletín” oficial o “nuestra” revista.

10.- Me gustaría  que meditaseis cada Carta delante del Santísimo. Tendría otras resonancias. El Señor y su Espíritu Santo son el mejor Maestro de nuestra vida cristiana-eucarística y de nuestros apostolados. ¿Lo hacemos o haremos así? Os hago la despedida de esta carta de modo rimado:

Estamos todos unidos
-Con gozo siempre lo estamos-
Estando unidos a Cristo,
Con Jesús Sacramentado.

Burgos, 4 de octubre de 2017,

memoria obligatoria de San Francisco de Asís.

Fdo.: José Luis Esteban Vallejo. – Consiliario Nacional de la ARPU

 

[1] Cf. José Luis Esteban Vallejo, Figuras y textos eucarísticos, Monte Carmelo, Burgos 2010, figura n.34, pp. 173-177.

[2] Cf. José Luis Esteban Vallejo, La Eucaristía al ritmo del tiempo y de la vida del cristiano, Monte Carmelo, Burgos 2003, pp. 62-67. 

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