XXVI CARTA-CIRCULAR DE CONSILIARIO NACIONAL – ABRIL 2019

A miembros y simpatizantes de la ARPU
¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!
 
 Estimados y recordados amigos adoradores de Jesús Sacramentado en la ARPU:
Para esta carta que ya subimos del número jubilar, del  número veinticinco, escojo esta imagen que nos sitúa e introduce de lleno en el Jueves Santo; contemplándola con fe y amor, nos invita a la intimidad con Jesús como los apóstoles en el cenáculo, en la institución de la Sagrada Eucaristía y del Sacerdocio ministerial. Jesús anticipa sacramentalmente en la Última Cena su Misterio Pascual, el 5º misterio de la Luz. Gracias a él podemos estar aquí y tener celebraciones eficaces de los misterios. (Cf. CIC n. 1085).
Nos vienen enseguida el deseo y la oración de pedirle en nuestras celebraciones y adoraciones:
“Como Juan sobre tu pecho quisiéramos descansar
Y aprender en esta Cena el amor a los demás”.
Y también a orar con sentido o contenido eucarístico un himno litúrgico [1]:
“Ungir tus pies, que buscan mi camino,
Sentir tus manos en mis ojos ciegos,
Hundirme como Juan, en tu regazo,
Y -Judas sin traición- darte mi beso”
“Carne soy, y de carne te quiero.
¡Caridad que viniste a mi indigencia,
Qué bien sabes hablar en mi dialecto!”
“Así, sufriente, corporal, amigo,
¡Cómo te entiendo!
¡Dulce locura de misericordia:
Los dos de carne y hueso!”.
 
Todo ello y más es posible gracias al mandato divino: “Haced esto en conmemoración  mía”.
 Seguimos aprendiendo a amar en la Cena del Señor y, al llegar su Pascua Sagrada, con mayor gracia e intensidad, a estimar y realizar las ventajas que tenemos al ser adoradores suyos en la ARPU.
Continuando la numeración de las siete ventajas -beneficios- del mes anterior, ponemos otras siete. Ya quisiera disponer también de vuestra experiencia. Veamos. ¿Qué más es pertenecer a la ARPU?
8ª.-Tener un “plan de vida”  [2]. ¿Qué es?
Es algo más que tener reuniones, celebraciones, ratos de adoración puntuales, etc. Es llegar a tener y disfrutar de “espíritu de adoración”, anticipo de la del Cielo. Así lo hacía la Fundadora principal de la ARPU.
Las cartas mensuales y demás elementos de alguna manera lo incluyen. El examen sobre los contenidos de las reuniones y celebraciones mensuales que tenemos nos ayuda a ser santos.  “Pido a todos los cristianos que no dejen de hacer cada día, en diálogo con el Señor que nos ama, un sincero ‘examen de conciencia’” (n.169). Dice que es “un medio para ser santos”. Todos estamos llamados a serlo si cumplimos la misión encomendada.
El “plan de vida” con  examen particular y general diarios dan vibración a la vida cristiana, con estímulo y medios para la santidad y para el apostolado: “ex experientia patet: la experiencia lo demuestra”.
9ª.- Tener un “cauce” fácil de apostolado.
Por ser bautizados somos enviados a evangelizar: a anunciar a Jesucristo a los demás; este es el tema y lema para el mes de octubre misionero extraordinario de este año por iniciativa y propuesta del Papa: “Bautizados y enviados: La Iglesia en el mundo” porque  “Yo soy una misión en esta tierra y para eso estoy en este mundo”.
Todos los bautizados somos enviados a evangelizar “ad gentes”:
  • ¿Cuándo? Ya, ahora, siempre…buscando “ocasiones”…
  • ¿Dónde? Donde nos encontremos y podamos…
  • ¿Cómo? Como Dios nos dé a entender, con el “don de lenguas” del Espíritu Santo. Para ello lo recibimos…
  • ¿A quiénes? A todos: uno por uno, con amistad y confidencia.
Nosotros en la ARPU lo hacemos y cumplimos gozosos aunque a veces cueste. Cada adorador trata “de reunir en torno al Sagrario a nuevos adoradores…”; es decir a los demás…”, de hacer de “puente”, o “conector” como otros lo han hecho con él. Es lo normal y natural comunicar a otros el bien recibido. El mayor Bien, sumo Bien, todo Bien es Jesús Sacramentado, “Dios vivo y verdadero”. Sería tan poco natural, tan poco lógico que no habláramos de Jesucristo y de que está en la Eucaristía, siendo lo más importante que hemos recibido y de que sea el “motor” de nuestro actuar: Juan se lo comunica a Andrés y este a Pedro: “hemos encontrado al Mesías, que quiere decir Cristo” (Cf. Jn 1, 41).
10ª.- Tener una esperanza de transmitir a nuestra gente y pueblo «uno por uno” con amistad y confidencia, el tesoro de fe en la Eucaristía, el bien, «todo el bien espiritual de la Iglesia » (P. O.5), las delicias de nuestro Dios, adorado por sus criaturas y redimidos: “nunca un hombre (o mujer) es más grande que cuando está de rodillas ante Él”. Nosotros lo practicamos todos los días.
11ª.-Tener experiencia de una verdadera amistad con Dios y con los demás. ¿Cuál es “la prueba del verdadero y sincero amor fraternal, de entrañable parentesco y sincero afecto sino el mutuo intercambio de bienes espirituales?” (cf. San Juan Crisóstomo).
“Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando (…) porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer” (Jn 15,14-15). Ante Jesús Eucaristía adorado podemos intercambiamos los bienes de la oración: ideas y cada vez experiencias de “nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos…”;  podemos dar testimonios de lo que hace en nosotros en cada rato de adoración eucarística…
12ª.- Es tener asegurado un “cauce de formación”.
Hay mucha necesidad porque hay mucha ignorancia incluso entre los católicos. Es tarea específica o especial pero no exclusiva de los Consiliarios: formación humana, espiritual, apostólica, eclesial, mariana, eucarística, litúrgica, moral, doctrinal. (Cf. temas, lecturas, libros, reflexiones, exámenes, consultas, etc.).
13.- Es pertenecer y enrolarse en un Movimiento eclesial y en una Asociación pública de fieles.
Como Movimiento es participar de un “carisma» del Espíritu Santo: algo que nos concede y quiere para el bien de los demás, de la Iglesia, pero del que sale beneficiado el mismo que lo recibe y transmite.
Se nos ha concedido como don…, hay que recibirlo con gratitud, conservarlo con responsabilidad y difundirlo con generosidad y celo eucarísticos.
Como Asociación -con Estatutos aprobados por la Jerarquía- tenemos garantía de ser Obra de Dios, gran ayuda de medios para nuestra santificación, cauce seguro para nuestro apostolado…
14ª.- Tener la ventaja de poder “adaptar o concretar” el compromiso de amor fundamental en la ARPU a las circunstancias de cada quien en lugar, día y hora: como quien se pone un “guante» a su medida. Es el adorador el que escoge la ½ hora de adoración semanal. Concreta pero con la libertad de adaptación a sus circunstancias.
¿Lo hacemos así? “Hablad de las ventajas-beneficios de ser adoradores en la ARPU a los demás; haced así apostolado eucarístico proponiendo nuevas inscripciones como regalos para el Señor que se nos da del todo desde el pesebre hasta la Cruz y en la Eucaristía”, nuestra Pascua permanente, decíamos en la Carta anterior.
Aprovechad las ocasiones -que son muchas- para invitar a muchos a ser adoradores de Jesús Sacramentado en la ARPU. Ya veis, desde lejos, desde San José de Costa Rica en el mes de marzo nos han llegado una docena de inscripciones de adoradores en la ARPU. Es curioso. ¿Lo habéis pensado? ¿No tendrá mucho que ver San José, el Custodio del Redentor, para que haya ahora custodios de los Sagrarios donde está verdaderamente el Verbo encarnado -ahora Resucitado- a quien El cuidó y alimentó? ¿A cuántos encomendamos por intercesión de San José todo el año y especialmente con motivo de su festividad?
Me decía un Párroco de Burgos: “yo quiero que en mis parroquias que están mucho tiempo abiertas por razón de turismo, por su arte, por su cercanía a la catedral de Burgos, etc., haya adoradores que indiquen a quienes entren en qué ámbito se encuentran, en qué situación están”. “En efecto, le repuse yo, que están en un templo católico, no protestante; no ante un museo de retablos y de arte, sino ante un Sagrario, que encuentran a alguien, una luz encendida ante el Sagrario, es decir, un alma ante el Sagrario, un adorador de Jesús Sacramentado, indicando “¡aquí está!, adoremos por siempre al Santísimo Sacramento”. “Pues esto es y lo que hacen justamente los de la ARPU” le propuse yo. Que sea de verdad.
Decid y comunicadnos también, si tenéis otras iniciativas, cuántas firmas de adoradores en la ARPU en vuestra Delegación diocesana, y de otras personas, de quienes se puedan recoger para pedir esa apertura del mencionado proceso de beatificación a nivel diocesano en Huelva.
Y en este mes en que celebraremos, Dios mediante, la Santa Pascua de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, os la deseo muy santa y fecunda en el apostolado eucarístico. Por ser Jesús nuestra Pascua inmolada, os la deseo muy florida y llena ya de frutos, lo que nos comunica el Resucitado por medio de su Espíritu y de los sacramentos pascuales “que nos dieron nueva Vida”; a ellos -con su gracia- hemos de invitar, animar y conducir a “muchos”. Para esto somos y estamos los adoradores en su ARPU, para ello nos envía el Resucitado. Por todo eso le aclamamos con fe y gozo: “Por tu cruz y resurrección nos ha salvado, Señor”.
Con mi estima, afecto y oración os encomiendo ante el Señor.
Burgos, 1 de abril de 2019
Fdo.: José Luis Esteban Vallejo. – Consiliario Nacional de la ARPU

 

[1] Himno (en parte) de Laudes del viernes de la primera semana del Salterio.

[2] Cf. José Luis Esteban Vallejo, La Eucaristía al ritmo del tiempo y de la vida del cristiano, (Manual de la ARPU), Monte Carmelo, Burgos 2003, pp. 32-33.

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