XXX Carta-Circular del Consiliario Nacional- Septiembre 2019

“1. Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!

  1. 2. Él está en ti, Él está contigo y nunca se va. Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar. Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza”

(Exht. Ap. Christus vivit, nn. 1-2).

“Adoremus in aeternum Sanctissimum Sacramentum”:

Adoremos por siempre al Santísimo Sacramento.

Queridos hermanos y hermanas adoradores (as) de Jesús Sacramentado en la ARPU:

Con este texto de nuestro Papa Francisco os invito y saludo al comienzo de un nuevo curso. Sí, el Papa  “escribe a todos los jóvenes cristianos con cariño esta Exhortación apostólica, es decir, una carta que recuerda algunas convicciones de nuestra fe y que al mismo tiempo alienta a crecer en la santidad y en el compromiso con la propia vocación”. Pero, añade enseguida el Papa Francisco, “me dirijo al mismo tiempo a todo el Pueblo de Dios, a sus pastores y a sus fieles, porque la reflexión sobre los jóvenes y para los jóvenes nos convoca y nos estimula a todos. Por consiguiente, en algunos párrafos hablaré directamente a los jóvenes y en otros ofreceré planteamientos más generales para el discernimiento eclesial.

Como en la ARPU en sentido propio no hay vacaciones porque el “amor no descansa” sino que “siempre vela” os invito por ello a los adoradores a “aprovechar y buscar cuantas ocasiones puedan” (cf. Art.4º de nuestros Estatutos de 1986) para realizar la ARPU en nuestra vida entre todos. ¿Hemos procurado buscarlas y aprovecharlas en este verano?

¿Qué tal estáis después de estos dos meses? Me refiero, aparte del sentido de salud física, que es un don y muy grande, y los que somos mayores quizás lo notemos y agradezcamos más, pero, sobre todo, me refiero a qué tal andáis en plan apostólico, misionero, eucarístico: ¿seguimos creciendo?

Sirva esta Carta para “ponernos en el camino” del nuevo curso de la ARPU en cuanto a algunas actividades, celebraciones, reuniones, programaciones a nivel de grupo, de consejos parroquiales, diocesanos, nacional y como adoradores uno por uno.

Para esta ocasión me ha parecido oportuno glosar un poco algunos contenidos (tareas) que en la “Carta al Sr. Obispo de Huelva” tenía preparada para el Encuentro  del Consejo Nacional que tuvimos en Burgos en la jornada intensa del pasado día 13 de julio y en el cual, casi al final, se leyó y firmaron todos como haciéndola suya. Merece la pena que todos la leáis y meditéis detenidamente. Por eso se os adjunta como Carta propia para este mes y curso. Os exhorto a ello y deseo subrayar algunos contenidos en algunas de sus frases que bien pueden constituir una buena programación del curso y un “test” para siempre en la ARPU. De esta Carta quiero comentaros algunas frases lógicamente aplicadas a nuestra condición de miembros o simpatizantes de la ARPU. Entresaco estos puntos:

 Carta al Sr. Obispo de Huelva pidiendo el comienzo o apertura  del Proceso de Beatificación de doña Juana Carou Rodríguez -en su fase diocesana-

1.- “Pensamos que el deseo ardiente de Jesucristo que se comunicó a ella -un carisma- para el bien de toda la Iglesia y del mundo, lo será también ahora”.

¿Estamos -estoy- convenidos de que somos depositarios de ese carisma para la propia santificación y de los demás?

2.- “Creemos que la vida de Doña Juana Carou Rodríguez centrada en la Eucaristía, es un modelo para la Iglesia. Así la presenta su autobiografía manifestada  a Don José Llés  y garantizada por el mismo; su vida de cristiana ejemplar en todos los estados y épocas, niña, joven, casada, viuda; en su profesión de Maestra Nacional, en su vida eucarística primero como «María de los Sagrarios»: adoradora de Jesús Sacramentado en la fundación que hiciera San Manuel González García y luego en el Movimiento surgido con ella (que después, en su momento, se llamaría la ARPU)”.

¿Pienso con frecuencia en que Dios la ha querido como fundadora?   ¿En que sus mismos escritos eucarísticos (poesías) son testimonio de una experiencia eucarística muy intensa y mística, sobre todo, en torno a la Presencia permanente, Real, Verdadera y Sustancial de Jesucristo en la Eucaristía en los Sagrarios?

¿Sé integrar esta dimensión eucarística -la Real Presencia de Jesucristo- con los demás aspectos del «admirable Sacramento»?

3.- Los mismos Cofundadores que más la trataron dan testimonio valioso cuando dicen de ella que “era Obra de Dios” (San José María Rubio), que «murió en olor de santidad” (Don Juan Bautista Luis y Pérez).

¿”Creemos que Doña Juan ha correspondido al amor de Cristo y urgida por ese amor ha vivido el motivo paulino «caritas Christi urget nos”: “el amor de Cristo nos apremia”? (2 Co 5,14).

¿Tengo experiencia de que la Eucaristía es el “Sacramento de su amor” y correspondo a Él con la adoración? «Amor con amor se paga».

4.- “Creemos que Doña Juana vivió con anticipación de tiempos las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia y en concreto del Vaticano II sobre la Eucaristía  que sitúan el «admirable Sacramento» como “centro”, “raíz”, “fuente” y “cumbre” de la vida del cristiano y de la actividad de la Iglesia (cf. Carta-circular del Consiliario Nacional de septiembre de 2018)”.

¿Lo es para mí, para cada uno de nosotros, el  “centro”, la “raíz”, la “fuente” y “cumbre” de nuestra vida?

5.- “Las dos oraciones para difundir la devoción -privada- a la Fundadora Principal de la ARPU que me he permitido componer para su uso particular y privado entre los adoradores sintetizan de alguna manera lo singular de esta mujer fiel al carisma recibido”.

¿Las empleo para pedir favores por su mediación y, si es necesario, milagros de curaciones incurables?

6.- “La adoración, como Ud. sabe,  es necesaria en la Iglesia y en el mundo. La finalidad principal de la ARPU es difundir la fe en la Eucaristía y promover la Adoración al Santísimo Sacramento de la cual “hay mucha necesidad en la Iglesia y en el mundo” (San Juan Pablo II a los Obispos sobre el Misterio y el Culto de la Eucaristía, 24-2-1980). Lo hace con la modalidad propia y el carisma que se vislumbra en el tríptico que se acompaña.  Esta invitación, ruego o petición de San Juan Pablo II “no cese nunca nuestra adoración” los recogen nuestros Estatutos y carisma”.

7.- ¿Estoy convencido de todo ello? Solo quien está convencido de su fe convence a los demás.

8.- “Tanto más urgente y necesario es trabajar por conseguir los fines y objetivos de la ARPU en nuestra época de lamentable secularización, de pérdida de la veneración «suma» que corresponde tributar en la misma Iglesia al Santísimo Sacramento; por desgracia son evidentes en muchos ámbitos de la misma, la falta de fe en la Presencia sacramental de Jesucristo en los templos, a veces hasta profanaciones de los templos, la pérdida de los signos correspondientes de veneración (estar de rodillas en los momentos rituales como en la consagración de la Misa que en tantos lugares se ha perdido, el hacer genuflexión al pasar delante del Santísimo, las inclinaciones de cabeza o profundas, el debido silencio sagrado, propio del templo católico, etc.”.

¿Pongo en práctica estos signos de veneración -que según la Iglesia ha de ser “suma”- cuando se trata de adorar al Santísimo Sacramento?

9.- “Creemos que si prosperara la Causa de Beatificación de Doña Juana Carou Rodríguez, “mujer eucarística” también, recibiríamos mayor impulso para que la piedad eucarística se renueve en general y más en la ARPU. El hecho de que fue mujer, casada, viuda, profesora, fundadora, primero “María de los Sagrarios abandonados” con San Manuel González García (en algún tiempo su director espiritual) avala el que merece la pena promover su causa de Beatificación”.

¿Podríamos dar algún testimonio al respecto?

10.- “Con estos deseos y sentimientos le pedimos se digne concedernos la finalidad expresada en el comienzo de esta carta: “el comienzo o apertura del Proceso de Beatificación de doña Juana Carou Rodríguez -en su fase diocesana-“.

¿Deseamos y esperamos dé mucha gloria a Dios y sea estímulo para que la ARPU siga en nuestros tiempos el camino que inició ella hace más de un siglo: promover la fe en la presencia “por antonomasia” de Jesucristo en el Eucaristía?

¿Fomento la adoración al Santísimo Sacramento para eucaristizar la vida de aquellos a quienes puedan llegar sus -nuestros- apostolados -los de cada adorador-, el que hace cada adorador en la ARPU?

11.- “El carisma recibido por Doña Juana Carou Rodríguez y con fidelidad promovido por ella está reconocido por la Iglesia”.

¿Deseo y hago algo para que Dios ponga también ahora su mano sobre ella para que sea reconocida la santidad de la Fundadora principal de la ARPU?

12.- La Carta concluye, si la leéis entera y detenidamente, con “un cordial y respetuoso saludo de este Sacerdote y en nombre de los demás miembros del Consejo Nacional de la ARPU y de tantos que han expresado su deseo y súplica en las firmas que se le adjuntan” (se le enviaron cientos de firmas: 896 en concreto). Y también con este compromiso “Todos Le estiman y encomiendan al Señor sus intenciones y actividades pastorales”.

¿Encomiendo esta Causa en la oración y la doy a conocer?

La Carta tiene data en “Burgos” y fecha de “trece de julio de 2019, memoria de la Bienaventurada Virgen María en sábado”.

Firmado:  José Luis Esteban Vallejo, Pbro.  Siguen otras firmas de los allí presentes.

Con estas reflexiones -“test” de preguntas- creo que os he motivado a comenzar el curso bien encendidos en el amor a Jesús Sacramentado y en propósitos de santificación y apostolados eucarísticos.

Jesús lo quiero, yo os invito, os encomiendo. Estaría bien que nos remitierais vuestras programaciones, el calendario del curso.

Por si os sirve concretar tareas en septiembre -siempre- bien pueden señalarse las siguientes:

1ª.- Poner el “cartelito de información de establecimiento de ARPU” en todas las iglesias donde no los haya, donde tengamos acceso, con el permiso correspondiente del Párroco o Rector de los templos.

2ª.-.Preparar el calendario anual de reuniones mensuales de formación, de adoraciones y celebraciones eucarísticas mensuales, retiros mensuales, etc. a niveles de grupos, parroquiales, diocesanos de la ARPU.

3.- Difundir las Cartas del Consiliario Nacional y estará bien que preparéis otras en vuestros niveles y ámbitos diocesanos, parroquiales. Estará bien que leáis con interés nuestras “cosas de familia”: el Noticiero de cada mes, la Página web-blog, etc…

4.- Cada adorador tenga lista de amigos, conocidos, vecinos, compañeros de trabajo, etc. a los que se pueda hablar, invitar, animar…a poner nuestros medios.

5.- Disponer de fichas de inscripción y repartirlas al comienzo del curso y siempre. Acompañarlas de mucha oración.

Finalmente, para este mes de septiembre, como Memorare o Memento, adorador, os adjunto algunos rasgos biográficos de uno de nuestros Cofundadores, los del mártir de la Eucaristía, Don José Llés Segarra, en proceso de beatificación. Leeréis entre ellos: “recibió la palma del martirio el 27 de septiembre de 1936 en el “Piles” Gijón”. En ese día y con frecuencia encomendemos su Causa y la de Doña Juana Carou.

 Siempre el comienzo de curso

Es una buena ocasión

De emprender estas “tareas”

Con renovada ilusión.

Unidos en Jesús Sacramentado,

Con mi afecto y oración.

Burgos, 1 de septiembre de 2019.

Fdo.: José Luis Esteban Vallejo. – Consiliario Nacional de la ARPU

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